CLARA PEETERS (Amberes 1594- La Haya 1657)
Pintora barroca nacida en Amberes que pintó esencialmente bodegones, de los que se conservan una treintena en diversas colecciones del mundo, donde
situaba manjares a los que solo tenía acceso la burguesía comercial y
financiera.
Es una autora, de las pocas mujeres que decidieron dedicarse a una
profesión, secularmente masculina, en la que tuvo que comenzar como oficiala en
un taller de un maestro, posiblemente Osias Beert, quien también vivió en Amberes, y hacer todos los exámenes pertinentes para poder abrir
su tienda al público.
Pintaba por encargo de la burguesía holandesa que
se enriqueció a partir del siglo XV con el comercio de ultramar y la
importación de productos de lujo, primero desde Asia y África y más tarde
también desde América. Esta burguesía habitaba casas de
varias plantas, con pequeñas estancias, y eso explica el formato reducido de sus obras. En ellas se
plasma el gusto de la época por el pescado, tanto de agua dulce como salada y
el marisco (cangrejos, nécoras, camarones) que consumían sus comitentes y que
querían ver reflejado en sus opulentos comedores . Autorretrato
En sus bodegones, pintados con todo detalle, como corresponde a las características del arte flamenco desde que extendieran la pintura al óleo, allá por el 1400, los hermanos Van Eyck, se refleja el estilo barroco de su propia época pictórica: la reproducción exacta muy naturalista de viandas y objetos, cuyas calidades y texturas son casi táctiles, y el claroscuro del tenebrismo creado en Italia por Caravaggio en el siglo XVI y exportado al resto del mundo durante el XVII.
Además del pescado, representa otros manjares como los
dulces y frutos secos, productos exclusivos en la época y , lo que es más
sorprendente, la gran variedad de aves, sobre todo pájaros, claramente
reconocibles, representados a modo de caza y que posiblemente pudieran tener
un carácter simbólico pues, aunque es cierto que se comían como algo exquisito,
no es muy habitual representarlos con un ave de presa vivo sobre ellos.
los temas culinarios une diversas piezas lujosas
importadas, como las vajillas de porcelana de China, las cristalerías
venecianas, o las fuentes, saleros o copas de diversos metales, solo asequibles
a los grupos sociales acomodados y, en algunas obras, los floreros. No hay que
olvidar que las flores eran un producto de lujo que incluso llevó a una burbuja
financiera que derivó en la crisis de los tulipanes, y cuyo cultivo ha
continuado hasta nuestros días, siendo los Países Bajos el país con mayor
producción de flores de la Europa actual.
A esas características comunes a pintores contemporáneos a
ella, une algunas peculiaridades: fue quien primero representó los pescados en
los bodegones, innovando el tema; y se
preocupó, por todos los medios posibles, de destacar su autoría: así algunos
cuadros están firmados en el mango de bellos cuchillos, o su autorretrato se
refleja diminuto, junto a las ventanas por donde entra la luz, en las tapaderas
de las jarras o el brillo de los metales.
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