viernes, 23 de agosto de 2019

Santiago Palomero Plaza " in memoriam"

Este agosto ha fallecido nuestro querido amigo Santiago Palomero Plaza, director del Museo Sefardí de Toledo una de entre otras muchas actividades que realizó en su vida.
Conocí a Santiago en 1986, cuando llegué a Toledo para ser catedrática de Historia del Instituto de Enseñanza Secundaria Sefarad de Toledo que, a pesar de las similitud onomástica con el Museo, no tenía vinculación institucional con él. 
Inmediatamente conectamos personal y profesionalmente  y me propuso participar en la difusión didáctica del Museo a través del Centro de Profesores y Recursos para realizar la formación del profesorado en multiculturalismo. Para ello organizamos, a través de varios años, cursos que incardinaron la historia de musulmanes, judíos y cristianos a través de la historia local, estatal y mundial. Los cursos se estructuraron en dos ámbitos: el puramente académico, en los que participaron especialistas mundialmente reconocidos, a los que asistieron más de un centenar de profesores de centros de enseñanza toledanos en los que pudieron conocer el estado de la cuestión y las últimas investigaciones sobre los temas propuestos; y el ámbito didáctico en el que los profesores realizaban distintos proyectos para trasladar a los alumnos los contenidos aprendidos.
Pero Además de nuestra relación profesional, Santiago Palomero y su esposa Yasmina Álvarez fueron grandes amigos que compartieron nuestro tiempo y nuestras vivencias mientras vivimos en Toledo. Ha sido una pérdida irreparable que nos haya dejado tan joven.
Te recordaremos siempre. Gracias por tu amistad.

Muere Santiago Palomero, museólogo interesado por el público

Era director del Museo Sefardí de Toledo y pertenecía a una de las primeras generaciones de museólogos que se preocuparon por los gustos e intereses del público

Santiago Palomero, director del museo Sefardí de Toledo, en 2014.
Santiago Palomero, director del museo Sefardí de Toledo, en 2014.
Santiago Palomero, historiador, arqueólogo y gestor cultural, falleció el pasado lunes en Madrid a los 62 años. Director del Museo Sefardí de Toledo en la última década y subdirector general de Museos Estatales entre 2007 y 2010, Palomero pertenece a la primera generación de museólogos que se interesó por el público que visita los museos. Fruto de aquella preocupación por conocer qué gustos e intereses tienen los visitantes y qué esperan de las instituciones culturales surgió el Laboratorio Permanente de Público de Museos, en el año 2008. Una década después los informes que emite este organismo son una herramienta esencial para la mejora de la gestión, la difusión de sus contenidos y la garantía de acceso a la cultura.
Conservador de museos desde 1985, Palomero era doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid (2004) y fue director del Museo de Ciencia y del Museo de Segóbriga. También, divulgador nato de la historia antigua, de las vías romanas de la provincia de Cuenca y de la sinagoga de Samuel ha-Leví, y apasionado del Toledo judío. Para José Guirao, ministro de Cultura y Deporte, “España pierde a uno de sus mejores museólogos y a una de las personas más admiradas y queridas en el ámbito del patrimonio cultural”. El ministro ha destacado de Palomero su compromiso con la idea de “museo comunitario, abierto e inclusivo, cuya principal función es la justicia social”. José Luis Díez, director del Museo de las Colecciones Reales, asegura consternado: "Puedo decir sin temor a caer en lugares comunes que era el compañero más respetado y apreciado de nuestra famosa promoción de los 40, de 1985". "Fue el único artífice del impulso y posicionamiento del Museo Sefardí, como ya está reconociendo toda la prensa, sino de la proyección del museo hacia la comunidad judía", añade.


Tenía como referente a Manuel Casamar (1920), de la generación de museólogos precedente. Juntos recorrieron la España preconstitucional para crear nuevos museos, renovar los antiguos, ampliar plantillas, multiplicar los recursos… “¡Estaba todo por hacer!”, recuerda en sus memorias Casamar, de quien Palomero adquirió el compromiso de avanzar en el acercamiento de estas instituciones culturales a los públicos. De hecho, por aquel entonces se creó la Subdirección General de Museos, cargo que ocuparían funcionarios como Paloma Acuña, Rafael García Serrano, Andrés Carretero, Marina Chinchilla, el propio Santiago Palomero, Enrique Varela y, en la actualidad, Carmen Jiménez Sanz. Hoy el departamento tiene responsabilidad sobre 84 museos adscritos al Ministerio de Cultura, de los que 16 son de gestión exclusiva (en el resto, la gestión está transferida a las comunidades autónomas).
Palomero es el creador, en 2009, de la Red de Museos de España, la plataforma que puso en contacto a todas las comunidades autónomas con el objetivo de que cooperaran entre ellas. Merece la pena despedirse con una reflexión suya publicada en la revista Amigos de los museos, en 2007: “Si el museo quiere sobrevivir, debe volver a ganarse la confianza pública, liberarse de ataduras atávicas y convertirse en una institución menos egoísta y más abierta, desinteresada, neutral y objetiva. Para ello debe poner al servicio de su comunidad su profunda experiencia en contar historias, producir emociones, hacer surgir recuerdos, desarrollar la imaginación y servir de estímulo a la siempre difícil vida cotidiana. En un ambiente cada vez más hostil, lo que proponemos es que se conviertan en un auténtico santuario para sus usuarios, en el que puedan reunirse gentes de diferentes ideas para disfrutar de la belleza y realizar intercambios pacíficos”.