lunes, 15 de mayo de 2017

La Roldana. Escultora del siglo XVII. Diario El País

La Roldana, una ‘alhaja’ de escultora


La artista barroca, olvidada en España pero bien representada en la Hispanic Society, atrae el interés del mercado Internacional'Desposorios misticos de Santa Catalina', de Luisa Roldán. Perteneciente a la Hispanic Society of America.

'Desposorios místicos de Santa Catalina', de Luisa Roldán. Perteneciente a la Hispanic Society of America.
Venerada por sus coetáneos por su “extraordinario talento”, “delicadeza” y “originalidad”, la obra de la escultora barroca Luisa Roldán (Sevilla, 1652-Madrid, 1706) se sumió en un sueño a finales del siglo XVIII del que ahora está despertando. Aunque, curiosamente, este renacimiento se ha producido fuera de España y sus creaciones, especialmente sus bellas terracotas, se han convertido en objeto de deseo para templos del arte como el Metropolitan, la Hispanic Society of America —ambas en Nueva York—, el Victoria and Albert de Londres o el Museo Paul Getty de Los Ángeles [todos con obras de la artista conocida como La Roldana por ser la hija del famoso escultor Pedro Roldán, en cuyo taller se formó].
Uno de sus más destacados conjuntos en barro cocido, Desposorios místicos de santa Catalina, ha vuelto temporalmente a España. La obra forma parte de la exposición Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico que puede verse en el Prado de Madrid hasta el 10 de septiembre. “Somos el museo con mayor número de obras de La Roldana: cinco”, dice orgulloso Mitchell A. Codding, director de la Hispanic Society, una institución creada en 1904 en Nueva York por el filántropo Archer Milton Huntington y que reúne la colección de arte hispano más importante del mundo fuera de España.
A pesar de que fue la primera mujer nombrada escultora de cámara en España y sirvió a los reyes Carlos II y Felipe V; de que el célebre Antonio Palomino reconoció sobradamente su talento y la incluyó en su tratado de la pintura y la escultura de principios del XVIII, y de la popularidad que alcanzaron sus obras en las tres ciudades en las que trabajó (Sevilla, Cádiz y Madrid), su nombre cayó en el olvido. La resurrección de La Roldana en su país se está produciendo empujada por el mercado internacional, donde algunas de sus terracotas policromadas han salido a la venta por tres millones de euros, aunque se desconoce el precio que han pagado por ellas museos como el Metropolitan, que el año pasado compró a la casa de antigüedades Coll & Cortés El entierro de Cristo, un conjunto de barro cocido fechado hacia 1700.
'Extasis de María Magdalena', de Luisa Roldán, perteneciente a la Hispanic Society of America.
'Extasis de María Magdalena', de Luisa Roldán, perteneciente a la Hispanic Society of America.
Estos pequeños conjuntos que modeló durante los años que vivió en Madrid (desde 1688 hasta su fallecimiento, en 1706) y que policromó su cuñado Tomás de los Arcos, no eran más que una forma de ganarse la vida mientras esperaba los grandes encargos reales. “Estas ‘alhajas de escultura’, como ella misma definió a sus terracotas en la carta en la que solicitaba a Felipe V que validara su nombramiento de escultora de cámara, son las que le han aportado su creciente fama internacional; pues el resto de su producción no está en el mercado. Especialmente las obras en madera a tamaño natural como el soberbio San Miguel del Monasterio de El Escorial o el famoso Padre Jesús Nazareno del convento de las Franciscanas de Sisante (Cuenca)”, explicó la pasada semana en el Prado Patrick Lenaghan, conservador y especialista en escultura de la Hispanic Society.
Además de Los desposorios..., conjunto que está firmado en la rueda que recuerda el martirio de la santa, la Hispanic cuenta con otras dos terracotas: Éxtasis de María Magdalena [que puede verse en el Metropolitan mientras la Hispanic remodela su edificio en Manhattan] y Descanso en la huida a Egipto; y el año pasado se sumaron las cabezas cortadas de san Juan Bautista y san Pablo, una pareja de esculturas que llegó al museo en 1920 atribuidas a Pedro Roldán o su escuela y que Alfonso Pleguezuelo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y especialista en escultura de los siglos XVII y XVIII, atribuyó a La Roldana. Sin embargo, el Museo Nacional de Escultura de Valladolid no tiene ninguna pieza de la artista sevillana.
“El reciente interés por las obras de Luisa Roldán aumentó tras la exposición de arte español del XVII y XVIII, Lo sagrado hecho real, que realizó la National Gallery de Londres en 2009. Ahora todos los grandes museos quieren obras de los barrocos españoles”, puntualiza Codding.
Formada en el taller su padre, de donde salió en 1671 para casarse con el también escultor Luis Antonio de los Arcos en contra de la voluntad paterna, Luisa Roldán conoció y trabajó junto a grandes como Murillo o Valdés Leal. La creadora demostró pronto una sensibilidad especial para la escultura y una firme determinación en conseguir grandes encargos donde poder mostrar su valía; algo poco frecuente para una mujer de su época.
“Está entre los mejores escultores del siglo XVII. Tiene una sutileza, una elegancia y una gracia que hace que todo parezca absolutamente natural”, añade Lenaghan, quien recuerda las palabras que escribió sobre ella Antonio Palomino: “Su modestia era grande; su pericia, superior, y su virtud, extraordinaria”.

“Dramatismo extraordinario”

'Cabeza de San Pablo', de Luisa Roldán, que está en la Hispanic Society of America de Nueva York.
'Cabeza de San Pablo', de Luisa Roldán, que está en la Hispanic Society of America de Nueva York.
“La Roldana es una artista muy barroca, pero no solo es autora de figuras dulces y delicadas, sino que cuando hace escultura pasionista alcanza grados de dramatismo extraordinarios, como puede verse en el Nazareno de Sisante o en el eccehomo de la Catedral de Cádiz. En expresividad y dramatismo superó a su padre, Pedro Roldán”, asegura Alfonso Pleguezuelo, especialista en la obra de Luisa Roldán.
“Tiene un registro de expresiones más amplio que la mayoría de sus coetáneos. Por ejemplo introduce figuras que ríen, como en la terracota Primeros pasos de Jesús, que está en el Museo de Guadalajara”, añade. Pleguezuelo, quien recuerda que hay mucha obra atribuída erróneamente a la artista, ha autentificado cuatro misterios del nacimiento de Cristo, tres de madera de cedro estofada y policromada, y otro de barro cocido policromado. Además, el año pasado logró indentificar una cabalgata de Reyes Magos de 19 figuras de cedro, en la que a las tres figuras tradicionales se suma el rey de Tarsis —que se identificaba en la antigüedad con Tartessos— vestido siguiendo la moda del reinado de Felipe II. La innovación, según el estudioso, se debía a la pretensión que tenía Cádiz en el XVII de reclamar su origen sagrado.

Tesoros de la Hispanic Society of América. Museo del Prado

Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico Museo Nacional del Prado. Madrid 04/04/2017 - 10/09/2017 Calendario El Museo del Prado, con el patrocinio en exclusiva de la Fundación BBVA, ofrece al público la excepcional oportunidad de disfrutar de más de doscientas obras pertenecientes a Hispanic Society, institución con sede en Nueva York creada para la divulgación y estudio de la cultura española en los Estados Unidos de América. La Hispanic Society posee la más importante colección de arte hispano fuera de nuestro país, con más de 18.000 piezas que abarcan del Paleolítico al siglo XX, y una biblioteca extraordinaria con más de 250.000 manuscritos y 35.000 libros raros, entre los que se incluyen 250 incunables. Ninguna otra institución en el mundo, incluyendo España, permite por sí sola un recorrido tan completo por nuestra historia, arte y cultura. Piezas arqueológicas, escultura romana, cerámicas, vidrios, muebles, tejidos, metalistería, arte islámico y medieval, obras del Siglo de Oro, arte colonial y del siglo XIX latinoamericano y pintura hispana de los siglos XIX y XX se muestran en un recorrido cronológico y temático donde la pintura española, con obras tan relevantes como La Duquesa de Alba de Goya o Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares de Velázquez, entabla un fascinante diálogo con las colecciones del Prado. Hasta el 10 de septiembre, el Museo del Prado acoge, en las salas A, B y C del edificio Jerónimos, los tesoros del Museo y Biblioteca de la Hispanic Society, una institución centenaria, ubicada en la parte alta de Manhattan, en Nueva York, que abrió sus puertas en 1904 por el empeño personal de Archer Milton Huntington (1870-1955). Este coleccionista e hispanista americano quiso crear una institución que, a través de una biblioteca y unas colecciones de arte elegidas de manera erudita y sistemática, fomentara la apreciación rigurosa de la cultura española y profundizara en el estudio de la literatura y el arte de España, Portugal y América Latina. “Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico” propone, a través de más de doscientas obras que incluyen pinturas, dibujos y esculturas, piezas arqueológicas y de artes decorativas, además de textiles y mobiliario y manuscritos y documentos de su biblioteca, un fascinante recorrido cronológico y temático por lo más representativo de sus vastas colecciones. Con la presentación de esta muestra, que ocupa todas las salas de exposiciones temporales de su ampliación, el Museo del Prado –como ya hiciera con “El Hermitage en el Prado” en 2012- brinda a sus visitantes el privilegio de disfrutar de un museo dentro de otro. En este caso, la reforma de la sede de la Hispanic Society permite traer a España lo mejor de sus extraordinarias colecciones de arte español y arqueología, así como significativas piezas de arte islámico, colonial y del siglo XIX latinoamericano que, junto a documentos y libros manuscritos, ilustran el espíritu de su fundador. Muchas de las obras que se presentan no se habían hecho públicas hasta ahora o permanecían inéditas, como los relicarios de santa Marta y santa María Magdalena de Juan de Juni, o el grupo de madera policromada, vidrio y metal titulado las Postrimerías del Hombre, atribuido al ecuatoriano Manuel Chili, Caspicara; y otras, se han recuperado recientemente como el extraordinario Mapa de Tequaltiche, que se creía perdido. Sin embargo, y por encima del valor individual de cada obra, la contemplación de este conjunto excepcional contextualiza la magnitud de una riquísima historia de más de tres milenios de cultura hispánica en la Península Ibérica, América y Filipinas, la calidad de una colección que ningún otro museo fuera de España puede igualar, y la pasión de un coleccionista que puso todos sus recursos y conocimientos al servicio de la idea de crear un museo español en América. La extraordinaria selección de pintura incluye obras maestras como Retrato de una niña, Camillo Astalli y Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares de Velázquez, La Piedad del Greco, El hijo pródigo de Murillo, Santa Emerenciana de Zurbarán o la emblemática Duquesa de Alba de Goya, expresamente restaurada para la ocasión en el Museo del Prado con la colaboración de Fundación Iberdrola España. A estas obras se unen otras representativas del modernismo y posimpresionismo español de Zuloaga, Sorolla o Santiago Rusiñol. La selección de esculturas incluye, entre otras, la Efigie de Mencía Enríquez de Toledo del Taller de Gil de Siloé, la terracota de Luisa Roldán, el Matrimonio místico de Santa Catalina, o San Martín, una talla policromada de mediados del siglo XV. La exposición muestra también una importante selección de piezas arqueológicas, entre las que destacan joyas celtibéricas, cuencos campaniformes y un broche de cinturón visigodo. Completa el recorrido una significativa selección de artes decorativas, con piezas de orfebrería renacentista y barroca, cerámica de Manises, Talavera y Alcora, o un delicadísimo Píxide de marfil con monturas de plata dorada. Junto a ellas, curiosas piezas textiles como un Fragmento de la túnica del príncipe Felipe de Castilla y una pieza de seda nazarí. Los imponentes fondos de la Biblioteca de la Hispanic Society se mostrarán mediante un montaje excepcional que permitirá apreciar en todo su esplendor manuscritos tan relevantes como el Privilegio emitido por Alfonso VII rey de Castilla y León, las excepcionales Biblia sacra iuxta versionem vulgate y Biblia hebrea; cartas únicas como las Instrucciones del Emperador Carlos V a su hijo Felipe, la Carta dirigida a Felipe II de Isabel I, reina de Inglaterra o la Carta manuscrita, firmada “Diego de Silva Velazquez” para Damián Gotiens; y destacados ejemplos cartográficos como el Mapamundi portolan, 15 cartas manuscritas iluminadas, de Battista Agnese o el Mapamundi de Juan Vespucci. |

Archer Milton Huntington. Fundador de la Hispanic Society of America

Archer Milton Huntington. Fundador de la Hispanic Society of America
Archer Milton Huntington
José María López Mezquita
Óleo sobre lienzo, 235 x 107 cm.
1926
Nueva York, The Hispanic Society of America
Archer Milton Huntington, hijo de una de las mayores fortunas de los Estados Unidos de América, cultivó desde su adolescencia un profundo interés por el mundo hispánico. La educación recibida y las vivencias adquiridas durante sus numerosos viajes a Europa  despertaron su interés por el coleccionismo, siempre encaminado a la creación de un museo.
Huntington formó en apenas cuarenta años una biblioteca y un museo concebidos para alentar el estudio del arte hispánico a través de colecciones importantes tanto por la cantidad y calidad de las piezas como por el amplio período que abarcan. Paralelamente, desarrolló una importante labor editorial para poner al alcance de los hispanistas libros raros y manuscritos en ediciones facsímiles. Huntington basó además su política de adquisiciones en una decisión meditada, priorizando la compra de obra fuera de España para no privar al país de sus tesoros artísticos. Puede afirmarse, como hizo Jonathan Brown, que Huntington convirtió la Hispanic Society en la depositaria enciclopédica de la cultura plástica y literaria española.
Huntington fue una de las personas que más hizo progresar el hispanismo en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX, mereciendo por ello el reconocimiento de renombradas universidades americanas. Participó también activamente en patronatos de numerosos museos españoles y fue elegido miembro de las principales reales academias españolas.
Esta muestra rendirá tributo a Huntington y a la labor realizada por la Hispanic Society Museo y Biblioteca en la divulgación y estudio de la cultura española en los Estados Unidos de América.

La exposición

La exposición
Píxide
Jalaf (activo en Madīnat-al-Zahrā’en 966)
Marfil y plata dorada, cincelada y nielada, 16 x 10,1 cm. diámetro
Madīnat-al-Zahrā’, Córdoba, h. 966 d.C
Nueva York, The Hispanic Society of America
La primera parte de la exposición (salas A y B) propone un recorrido cronológico y temático por la producción artística en España y América Latina, con piezas arqueológicas procedentes de yacimientos de la península, escultura romana, magníficos ejemplos de cerámicas, vidrios, muebles, tejidos, metalistería y joyas islámicas y cristianas medievales así como del Siglo de Oro. Particular relevancia tendrá la pintura española, en diálogo con las colecciones del Prado, y el arte colonial, estrechamente conectado con la producción artística en la península. Incluirá también un ámbito dedicado a la biblioteca de la Hispanic Society, una de las más importantes del mundo, que da idea de los recursos que ofrece para la investigación de la historia y la cultura de España, Portugal y sus colonias.
La planta superior (sala C) ofrece una amplia selección de la mejor pintura española del siglo XIX y principios del XX y una excepcional galería de la flor y nata de la intelectualidad española de la época, con la que Huntington trabó estrecha relación. Tras la Primera Guerra Mundial Huntington frenó su búsqueda de adquisiciones para la Hispanic, pero mantuvo  vínculos con el arte español a través de varios pintores, principalmente Joaquín Sorolla, a quien encargó la famosa serie de las regiones de España para la Hispanic Society.
En la sala D se proyecta un documental que acompaña a la exposición y que, dirigido por Francesco Jodice, trasladará al visitante al Nueva York de principios del siglo XX y  narrará la historia  la Hispanic Society a través de la pasión coleccionista de su fundador el gran filántropo Archer Milton Huntington.

Museo Español

En 1908 el filántropo, hispanista y coleccionista norteamericano Archer Milton Huntington (1870-1955) materializó su sueño largamente anhelado de crear un “Museo Español” con la apertura en Nueva York de la Hispanic Society Museum & Library. En ella plasmó su amor por España y el castellano, lengua en la que llegó a escribir versos, y lo hizo cuando la imagen de este país pasaba por sus horas más bajas en los Estados Unidos, tras la guerra de 1898.
La Hispanic Society presentaba, cuando se inauguró, muchos aspectos novedosos, principalmente, la idea de procurar una aproximación integral a la historia de España, lo que explica su naturaleza dual como museo y biblioteca, y su afán por erigirse en un centro activo en la investigación y difusión de la cultura española. El resultado fue deslumbrante, pues ninguna otra institución, en España o fuera de ella, proporciona una visión tan completa del mundo hispánico, ya sea por su ambicioso alcance geográfico, al incluir América, Portugal y Filipinas, como por su dilatada cronología, que abarca desde la Edad del Cobre hasta los inicios del siglo XX.
La amplitud de horizontes de la Hispanic Society no debe hacer olvidar que nació con una vocación contemporánea. Huntington trabó amistad con los principales intelectuales españoles de su época, cuyos retratos reunió, y para él trabajaron artistas de vanguardia como Zuloaga, y sobre todo Sorolla, a quienes promocionó en los Estados Unidos.

La Antigüedad

La Antigüedad
Torso de Diana cazadora
Romano
Mármol, 59,5 x 35 cm
Periodo Antonino, 138-150 d.C
Nueva York, The Hispanic Society of America
En su afán por proporcionar al público americano una visión integral de la historia de España, Huntington concibió un museo con una cronología amplísima, que inicia sus colecciones en el segundo milenio antes de Cristo, con uno de los más completos conjuntos cerámicos de la llamada cultura campaniforme, prosigue con ricas piezas de metalistería celtíbera, y concluye su recorrido por la Antigüedad con un impresionante elenco de obras romanas en diferentes medios y técnicas. Algunas de estas piezas se encontraron en excavaciones patrocinadas por el propio Huntington, como las de la antigua ciudad romana de Itálica, de donde posiblemente proceden el exquisito busto de joven y el torso de Diana cazadora; otras muchas fueron adquiridas en el extranjero, como las halladas en el yacimiento del Acebuchal, cerca de Carmona (Sevilla), en el quicio de los siglos XIX al XX.

España medieval

España medieval
Seda de la Alhambra
Nazarí
Seda, 237,5 x 152,3 cm.
Granada, h. 1400
Nueva York, The Hispanic Society of America
Las excepcionales colecciones de arte medieval de la Hispanic Society abarcan las diferentes culturas que se sucedieron en la Península Ibérica entre los siglos V y XV. Especial relevancia posee el arte hispanomusulmán, una de las pasiones de Huntington, quien compaginó el estudio del castellano y el árabe y que, contrariamente a la opinión mayoritaria en la época, creía que la herencia islámica en España era tan relevante como la cristiana. Este planteamiento explica que, junto a piezas realizadas en territorios musulmanes, alguna tan extraordinaria como el píxide califal procedente de Madīnat-al-Zahrā’, adquiriera otras de naturaleza híbrida, realizadas en territorio cristiano por artesanos musulmanes, como sucede con la loza dorada o de reflejos metálicos de Manises (Valencia).
El arte de los reinos cristianos peninsulares no fue solo permeable a las formas hispanomusulmanas, también a ideas y estilos procedentes del resto de Europa. Esta sección incluye una selección de obras del siglo XV y principios del XVI en diferentes técnicas y soportes materiales que reflejan el esplendor de la orfebrería e hilatura góticas, la irrupción del gótico internacional en la pintura valenciana hacia 1400, o el trabajo en Castilla de escultores noreuropeos como Gil de Siloé. Mención aparte merece el conjunto de aldabas con motivos animales y antropomórficos, excelente ejemplo de la metalistería tardomedieval.

Biblioteca

Biblioteca
Biblia hebrea
Manuscrito iluminado sobre vitela, 28 x 17,8 cm
España y Portugal, h. 1450-1496
Nueva York, The Hispanic Society of America
La fascinación de Huntington por la lengua y literatura españolas, y el afán por procurar una visión integral de nuestra cultura, explican su empeño por contar con una excelente biblioteca. La estrategia que siguió fue adquirir bibliotecas particulares, entre las que destaca la del marqués de Jerez de los Caballeros, entonces la mejor de fondo antiguo español tras la Biblioteca Nacional, pero sin renunciar al mercado especializado (el librero alemán Hiersemann le proporcionó miles de obras singulares con anterioridad a la Primera Guerra Mundial). El resultado es fabuloso: 300.000 volúmenes y 1.500 publicaciones periódicas, incluyendo unos 150.000 manuscritos y libros raros anteriores a 1701, de los cuales 250 son incunables (impresos antes de 1500). Algunos conjuntos sobresalen por su riqueza y singularidad, como los 16 privilegios rodados de los siglos XIII al XV, la colección de cartas autógrafas de personajes fundamentales de nuestra historia y cultura o las más de 600 ejecutorias de hidalguía. Estas últimas, obtenidas casi siempre tras un largo y costoso litigio, tuvieron una especial importancia, pues al dar fe de la hidalguía del solicitante no solo confirmaban su rango social, sino que le eximían de ciertos pagos y obligaciones.

El Siglo de Oro

El Siglo de Oro
Retrato de niña
Velázquez
Óleo sobre lienzo, 51,5 x 41 cm
ca. 1638-44
Nueva York, The Hispanic Society of America
Si un período del arte hispano era conocido y apreciado en el extranjero cuando Huntington empezó su actividad coleccionista, ese era el Siglo de Oro, principalmente su pintura. Murillo y Velázquez figuraban ya en los mejores museos del mundo, y a ellos se añadirían pronto el Greco y Zurbarán. La Hispanic Society posee excelentes obras de todos ellos, así como de Luis de Morales, Alonso Cano o Valdés Leal, pero destacan sobremanera sus tres lienzos de Velázquez, dos de ellos expresamente restaurados para la ocasión con la colaboración de la Fundación Iberdrola España como protector del Programa de Restauración del Museo del Prado. El panorama se completa con la presencia de artistas extranjeros fundamentales en el devenir de la pintura española como Antonio Moro o Rubens, ya sea a través de pinturas o de cartas.
El Siglo de Oro no fue solo pictórico, y su sensibilidad y excelencia se reflejó en otras actividades artísticas como la cerámica, la orfebrería o la escultura. De esta última se incluyen adquisiciones recientes, como el San Acisclo de Pedro de Mena o los Desposorios de santa Catalina de la Roldana, que atestiguan la actual fascinación internacional por la escultura policromada, minusvalorada hasta fecha reciente. Cierra la sección el gran lienzo de Sebastián Muñoz con la exposición en 1689 del cadáver de la reina María Luisa de Orleans, esposa de Carlos II, único en su género e imagen sombría y premonitoria del inminente fin de los Augsburgo en España.

Cartografía

Cartografía
Mapamundi
Vespucci, Juan
Tinta y color en cuatro hojas de pergamino 85 cm x 262 cm
Sevilla, 1526
Nueva York, The Hispanic Society of America
El tránsito de la Península Ibérica a América viene marcado por esta sección, que incluye algunos de los mejores ejemplares de la excepcional colección cartográfica de la Hispanic Society, testigos de la ampliación de los horizontes geográficos y vitales de los europeos en el quicio de los siglos xv al xvi. Se trata de objetos donde conviven la utilidad y el lujo y que son, a un tiempo, obras de arte y compendios de la sabiduría científica de la época, como los portulanos mediterráneos o el Mapamundi de Giovanni Vespucci. La mirada europea contrasta con la cosmovisión indígena americana, cuya muy distinta percepción espacio-temporal ilustra el Mapa de Tequaltiche o el Árbol genealógico de Macuilxochitl.

América

América
Las castas: de mestizo e india produce coyote
Juan Rodríguez Juárez
México
Óleo sobre lienzo, 103,8 x 146,4 cm.
h. 1716-1720
Nueva York, The Hispanic Society of America
Huntington creía que la historia y la cultura española posterior al siglo xv eran indisociables de América. Fue él quien inició las colecciones de arte colonial, que no han dejado de aumentar desde entonces, en paralelo al creciente protagonismo de la población hispana en los Estados Unidos. Las colecciones de arte americano son muy ambiciosas por cronología, técnicas y medios. Incluyen pinturas, esculturas y obras sobre papel, pero sobresalen las artes decorativas, donde mejor se aprecia el genio creativo de los artesanos indígenas, que supieron adaptar las formas europeas a sus materiales y técnicas tradicionales, al tiempo que asimilaban motivos y materias procedentes de Asia.
El siglo XVIII fue testigo en América del reformismo borbónico y la introducción de ideas e instituciones nacidas de la Ilustración, pero también de la progresiva consolidación entre las élites criollas de un fuerte sentimiento de identidad que culminó, en las primeras décadas de la siguiente centuria, en los movimientos emancipadores. Esta sección ilustra algunos hitos de esos fenómenos, como la voluntad taxonómica de las pinturas de castas, la instauración de academias de la mano de artistas peninsulares, y el orgullo ciudadano de unos criollos que, tras la Independencia, se erigirían en dirigentes de las distintas repúblicas.

El fin del Antiguo Régimen

El fin del Antiguo Régimen
La Duquesa de Alba
Goya
Óleo sobre lienzo 210,3 cm x 149,3 cm
1796-1797
Nueva York, The Hispanic Society of America
La invasión napoleónica, las independencias americanas y la muerte de Fernando VII marcaron un punto de no retorno en la historia de España. Podría afirmarse que con estos acontecimientos se puso fin a un “largo siglo xviii” que había sido testigo del advenimiento de la dinastía borbónica al trono, del reformismo ilustrado de inspiración europea y de los planes de modernización del país –presentes aquí en las piezas de las reales manufacturas de loza y porcelana de Alcora, de porcelana del Buen Retiro o de vidrio de La Granja–, pero también de reacciones castizas como el “majismo”, soberbiamente captado por Goya en su retrato de la duquesa de Alba.

España moderna

España moderna
Muchachas de Burriana (falleras)
Hermenegildo Anglada Camarasa
Óleo sobre lienzo, 166 x 208 cm.
1910-1911
Nueva York, The Hispanic Society of America
En la colección formada por Huntington a partir de la primera década del siglo XX la pintura española de los siglos XIX y XX tuvo una relevancia especial. Eligió obras de artistas destacados ya fallecidos, como Federico de Madrazo o Mariano Fortuny, pero las más numerosas fueron las que adquirió a artistas vivos. Interesó sobre todo al coleccionista la aproximación por parte de los pintores a los paisajes y tipos españoles. Justo en unos años de transformación profunda del país, aquel empeño revelaba una búsqueda de lo que se consideraba más auténtico y esencial de España. Era muy importante para el coleccionista que el conjunto diera cuenta de la diversidad entre las diferentes regiones, pensamiento que guió también el encargo a Joaquín Sorolla de la Visión de España. Constituyó así un amplio conjunto, profundamente singular, con una significación precisa: la de una colección formada en Nueva York a través de una nueva mirada, procedente de la joven potencia vencedora en la guerra de 1898 y llena de admiración hacia una nación de rico pasado histórico y cultural.

Documental. Sala D

La exposición “Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico” se complementa con la proyección de un documental en la Sala D, producido por el Museo del Prado y patrocinado por la Fundación BBVA. Bajo la dirección artística de Francesco Jodice, la cinta traslada al visitante al Nueva York de principios de siglo, momento y lugar claves para la historia de la Hispanic Society.
Este documental contextualiza el origen de la temprana vocación coleccionista de Archer Milton Huntington; la construcción e inauguración de la sede de la Hispanic;  su colección  y el fantástico fondo de su biblioteca; sus relaciones con España a través de Alfonso XII y los grandes intelectuales españoles de la época; su amistad con Sorolla en Nueva York; y la filantropía de este gran mecenas que quiso mantener el anonimato durante toda su vida. Todo ello relatado por su director actual, Mitchel Codding, el presidente del patronato Philippe de Montebello y los conservadores.
El documental de 20 minutos aproximados de duración ha sido rodado entre Nueva York y el Museo del Prado, en inglés con subtítulos en español.
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jueves, 11 de mayo de 2017

Pintura impresionista, neoimpresionista y postimpresionista francesas. Power Point

Pintura del romanticismo y pintura realista

Francisco de Goya. Power Point

Arte barroco. Power Point

Renacimiento español

Cinquecento italiano. Power Point

Quattrocento italiano. Power Point