domingo, 11 de abril de 2021

¿Nueva obra de Caravaggio en España? El País

 

El rastro napolitano del supuesto ‘Caravaggio’

Los especialistas en el genio del Barroco creen que se puede tratar de una obra pintada durante sus estancias en Nápoles

'Ecce homo' atribuido a Caravaggio.
'Ecce homo' atribuido a Caravaggio.

El hallazgo de un supuesto caravaggio en el catálogo de una casa de subastas de Madrid además de revolucionar el mercado del arte ha abierto el debate entre los especialistas para tratar de reconstruir el rastro de la obra. En esta ocasión se da el extraño fenómeno de que numerosas voces acreditadas coinciden en atribuir la autoría al genio del barroco. Otro rasgo en el que parecen ponerse de acuerdo los expertos es en el origen napolitano de la pieza.

Stefano Causa, profesor de Historia del Arte Moderno en Nápoles, ha sido uno de los primeros en mostrar su convencimiento de que se trataba de un caravaggio. “La primera lectura estilística fue clara. En ese cuadro se veía el estilo de Caravaggio. Cuando has estudiado tantas obras de este autor, sabes reconocerlo”, dice Causa al teléfono. Y puntualiza: “De la obra impresiona la libertad de ejecución, que no tiene un pintor español como Ribera [a cuyo círculo atribuía la autoría del cuadro la casa de subastas], que se caracteriza por una pintura de espesor, más concreta, como si se pudiera tocar, es casi un escultor de la pintura. Mientras que Caravaggio es más libre, más sintético, da pinceladas veloces”. Cree que la obra encontrada en Madrid puede datar de la primera estancia del maestro barroco en Nápoles.

Caravaggio llegó a la ciudad del Vesubio en 1606, desde Roma, ya como un pintor famoso y reconocido. Su vida tumultuosa, su carácter impulsivo, pendenciero y violento y su predisposición para meterse en líos lo llevaron allí. A mediados de ese año había matado a un hombre durante una especie de partido de tenis en el centro de la ciudad eterna y fue condenado. En otras ocasiones sus mecenas lo habían protegido en viejos altercados con la justicia, la mayoría por delitos menores, como peleas, pero esa vez no fue posible y tuvo que huir. Alcanzó su refugio napolitano con la protección de la poderosa familia Colonna, y congenió a la perfección con esta ciudad del sur de Italia en cuanto puso un pie en ella. Pronto comenzaron a lloverle los encargos, algunos para el mismo rey Felipe III de España.

Detalles del cuadro 'Ecce homo', el supuesto 'caravaggio'. Imágenes cortesía de Benito Navarrete, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá
Detalles del cuadro 'Ecce homo', el supuesto 'caravaggio'. Imágenes cortesía de Benito Navarrete, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá

En esta ciudad, en la época bajo la influencia de la corona española, Michelangelo Merisi da Caravaggio vivió un periodo clave para su producción artística y pasó 18 meses, divididos en dos estancias: de 1606 a 1607 la primera y de 1609 a 1610, la segunda, después de un agitado paréntesis en Malta y Sicilia. En Nápoles se empapó del dramatismo de los artistas locales, se convirtió en una estrella de la pintura napolitana, y firmó algunas de sus piezas más reseñables, como, entre otras, las Siete obras de misericordia, la Flagelación de Cristo, la Madonna del Rosario o Salomé con la cabeza de Juan el Bautista, que se encuentra en el Palacio Real de Madrid. También pintó en Nápoles en 1610, la que se cree que es su última obra, el Martirio de Santa Úrsula. “En sus obras de este periodo es donde mejor se aprecia su trazo veloz, libre. La Flagelación de Cristo parece una secuencia cinematográfica, con ese sentido del movimiento, de realismo, por cómo presenta a las figuras”, explica. Causa.

Muerte a los 38 años

También en Napolés, Caravaggio fue víctima de un intento de asesinato. Aunque siguió pintando allí, finalmente decidió regresar a Roma en 1610, donde sus influyentes amistades le habían conseguido el indulto. Sin embargo, murió antes, en Porto Ercole, en la Toscana, a los 38 años. “Vivió poco y su historia es muy dramática. Viajó durante toda su vida, pero no para hacer turismo sino por trabajo y para escapar de la ley. Aunque muchos aspectos de su biografía se han magnificado de forma épica, fue un pintor maldito, y los artistas malditos siempre han despertado fascinación, mueren pronto y mantienen una relación difícil con la vida y con el mundo”, señala Causa. Y agrega: “Mientras que sus coetáneos mantenían una relación de súbditos con el poder y la Iglesia, él siempre reivindicó su independencia política y social, nunca se alineó con el poder”.

Otra reconocida experta, Maria Cristina Terzaghi, también cree que la obra de Madrid es napolitana y destaca, en un artículo publicado en el diario La Repubblica, la relación entre el Pilatos del Ecce homo de Madrid y el san Pedro mártir de la Madonna del Rosario; los gestos de las manos de los personajes, muy similares en ambas composiciones y el manto de color púrpura del Ecce homo que guarda semejanzas compositivas con la túnica que envuelve a la protagonista de Salomé con la cabeza de Juan el Bautista.

El supuesto 'caravaggio' que estaba a punto de ser subastado por la Casa Ansorena.
El supuesto 'caravaggio' que estaba a punto de ser subastado por la Casa Ansorena.

Una de las hipótesis que más suena en Italia es que el cardenal Massimo Massimi encargó un Ecce homo a Caravaggio en 1605 en Roma, que aparece en un inventario de 1631 de Juan de Lezcano, embajador de España ante la Santa Sede y en otro del virrey español, el conde de Castrillo, de 1659 en el que se asegura que el cuadro viajó a España ese año con su propietario, junto a Salomé con la cabeza del Bautista. Sin embargo, la documentación que se maneja actualmente es escasa y está incompleta.

Antonio Vannugli, historiador del arte especializado en coleccionismo español de arte italiano durante la edad moderna, no está convencido de que la pieza de Madrid sea de Caravaggio. Necesitaría examinarla en persona, especifica. En cualquier caso, sí cree que se trata de un cuadro napolitano. “Encajaría bastante bien con los pintores que trabajaron en el Pío Monte de la Misericordia [institución caritativa napolitana fundada en 1602 y que conserva varias obras de Caravaggio] justo después de Caravaggio, como Filippo Vitale o Giovanni Battista Caracciolo”, señala.

El experto tampoco sostiene la hipótesis de que se trate del cuadro del cardenal Massimi que pasó a manos de funcionarios españoles en Italia y de ahí saltó a España. “Me parece muy complicado encajarlo en su etapa romana y muy improbable que a Lezcano le llegara a Roma un cuadro pintado en Nápoles. Esto no implica que el cuadro no sea de Caravaggio, que por supuesto pudo pintar más de un Ecce homo”. En cualquier caso, Vannugli subraya el intenso tráfico de obras de arte de Nápoles a España entre los siglos XV y XVIII. “Había un envío continuo de pinturas y objetos suntuarios de toda clase”, puntualiza.

viernes, 9 de abril de 2021

Hallazgo de una ciudad perdida del Egipto de Amenhotep III. El País

 

Hallada la ciudad perdida de Luxor, con más de 3.000 años de antigüedad

Los autores del descubrimiento creen que la urbe, localizada en el sur del país, es la mayor ciudad antigua encontrada en Egipto. Fue fundada por el faraón Amenhotep III, que gobernó entre los años 1391 y 1353 antes de Cristo

Huesos hallados en la ciudad del antiguo Egipto cuya localización se ha comunicado este jueves. Imágenes facilitadas por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
Huesos hallados en la ciudad del antiguo Egipto cuya localización se ha comunicado este jueves. Imágenes facilitadas por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.MINISTERIO DE TURISMO Y ANTIGÜEDADES DE EGIPTO

Una misión arqueológica egipcia ha anunciado este jueves el descubrimiento de la que consideran la mayor ciudad antigua hallada nunca en el país, que ha permanecido oculta bajo las arenas de Luxor, en el sur, desde hace 3.000 años. La urbe, llamada aparentemente El Ascenso de Atón, fue fundada por el faraón Amenhotep III, el noveno rey de la dinastía XVIII, que gobernó Egipto desde el 1391 hasta el 1353 antes de Cristo, y era el mayor asentamiento administrativo e industrial de la época en la zona, según ha explicado Zahi Hawass, el arqueólogo más famoso de Egipto y jefe de la misión, en un comunicado. El lugar, que también se ha dado a conocer como la Ciudad Dorada Perdida, continuó en funcionamiento durante los reinados de Tutankamón y Ay. “Se trata del descubrimiento más importante después de la tumba de Tutankamón”, ha asegurado Hawass a EL PAÍS. El hallazgo ha sido anunciado cuando Egipto aún tenía fresca en la memoria la solemne procesión de momias del sábado pasado en El Cairo.

La zona en la que se ha hallado la ciudad faraónica se sitúa entre el templo de Amenhotep III en Memnon, al oeste de la ciudad moderna de Luxor, y el templo de Ramses III en Medinet Habu, otra localidad arqueológica situada en la orilla del Nilo frente a Luxor. La misión egipcia comenzó a trabajar en este punto en busca del templo mortuorio de Tutankamón. “Muchas misiones extranjeras buscaron esta ciudad y nunca la encontraron”, ha señalado Hawass en su comunicado.

Los trabajos de excavación arrancaron en septiembre de 2020 y en pocas semanas la misión comenzó a desenterrar ya formaciones de ladrillos de barro en todas direcciones que pertenecían a la antigua ciudad, que se mantienen en buen estado de conservación e incluye murallas casi completas. Desde entonces, se han podido descubrir varias zonas o barrios. “Las calles de la ciudad están flanqueadas por casas, algunas con muros de hasta tres metros”, escribe Hawass, que cree que la ciudad se extiende hacia el oeste “hasta la famosa Deir El Medina”, importante poblado de obreros y artesanos del antiguo Egipto.

Vistas de la ciudad fundada por Amenhotep III.  Imágenes facilitadas por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
Vistas de la ciudad fundada por Amenhotep III. Imágenes facilitadas por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.MINISTERIO DE TURISMO Y ANTIGÜEDADES DE EGIPTO

El equipo de Hawass también ha podido identificar algunas de las construcciones de la ciudad. Así, en la parte sur se ha encontrado una panadería y un área de preparación de comida con hornos y cerámica de almacenamiento que, por su tamaño, consideran que abastecía “a un gran número de trabajadores”. Otra parte, todavía a medio descubrir, se corresponde al distrito administrativo y residencial, con construcciones más grandes y bien dispuestas, y está rodeada por un muro en forma de zigzag con una sola entrada que conduce a los pasillos internos y a las zonas residenciales. Este trazado probablemente respondía a razones de seguridad.

En una tercera zona se ha desenterrado un taller que cuenta con una parte destinada a la producción de ladrillos de barro usados para construir templos y otra de moldes de fundición para la fabricación de amuletos y elementos decorativos. En el norte se ha dado con un cementerio de extensión todavía por determinar en el que se han encontrado varias tumbas de características similares a la del valle de los Reyes y el valle de los Nobles, y donde la misión espera hallar algunas intactas y llenas de tesoros. Por toda la ciudad, además, se han encontrado herramientas empleadas en alguna actividad industrial como el hilado y el tejido, y restos de metal y vidrio, pero la zona la que se realizaban estas actividades todavía no se ha descubierto.

Para conseguir datar el asentamiento, un objetivo que figuraba entre los primeros de la misión, el equipo dirigido por Hawass se ha basado en varios objetos. Uno de ellos han sido las inscripciones jeroglíficas de las tapas de arcilla de recipientes de vino, con referencias históricas que apuntan que el asentamiento consistía de tres palacios reales de Amenhotep III y del centro administrativo e industrial del imperio en la época. Elementos como anillos, escarabajos, vasijas de cerámica de colores y los anteriores ladrillos de barro, todos con sellos del cartucho jeroglífico del mismo faraón, confirman la fecha. Un descubrimiento más reciente, una vasija que contenía unos diez kilos de carne, permite afirmar que la ciudad estaba activa en la fecha correspondiente a una inscripción grabada en el recipiente.


Vistas de la ciudad hallada bajo la arena, al sur de Egipto, este jueves.
Vistas de la ciudad hallada bajo la arena, al sur de Egipto, este jueves.

“Lo que habrá que averiguar, a medida que se realicen más trabajos, es cómo esta ciudad y sus notables instalaciones industriales se conectan con el palacio de Amenhotep III en Malkata, al suroeste del yacimiento. Si se establece que esta nueva ciudad, asombrosamente bien conservada, forma parte del complejo palaciego, se podrá seguramente comparar en tamaño con Amarna”, apunta a EL PAÍS Betsy Brian, profesora de Egiptología en la Universidad John Hopkins de Baltimore y experta en el período de Amenhotep III. “Si resulta ser algo parecido a Deir El Medina, es un hallazgo muy significativo”, coincide, en declaraciones a este medio, Campbell Price, comisario de la sección de Egipto y Sudán del Museo de Manchester.

Entre los aspectos más sorprendentes del descubrimiento figura la sepultura de una persona hallada con los brazos extendidos a los lados y los restos de una cuerda alrededor de las rodillas, detalles inusuales que se están investigando.

El elemento más intrigante, sin embargo, es probablemente un sello de barro en cuyas inscripciones se puede leer “gm pa Aton”, que puede traducirse, según el comunicado de Hawass, como “el dominio del deslumbrante Atón”, que es precisamente el nombre de un templo construido por el faraón Akenatón —sucesor de Amenhotep III— en Karnak, la actual Luxor.