jueves, 10 de enero de 2019

Pérez Villalta expone sus nuevas obras. Diario El País

La ‘clasicidad’ de Pérez Villalta


El pintor muestra el trabajo de los últimos años en el que vuelve a sus orígenes con complejas arquitecturas impregnadas de misticismo

Guillermo Pérez Villalta entre sus obras 'En el interior' (izquierda) y 'Oratorio'.

Guillermo Pérez Villalta entre sus obras 'En el interior' (izquierda) y 'Oratorio'.
Todo tiene un sentido. Hasta el más mínimo detalle. Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948) nunca ha dejado nada al azar y, con el tiempo, en lugar de relajar su costumbre se ha vuelto más controlador. En Pinturas 2014-2018, la exposición que inauguró este jueves en la galería Fernández-Braso, la mayoría de sus personajes apenas tienen rostro: los ojos y la nariz son un apunte, la boca no existe. "Yo quería que la arquitectura y el paisaje tuvieran la misma importancia que la figura en el lienzo. Si pintas una cara, la vista del espectador se centra inmediatamente en ella; así que para evitarlo insinúo los ojos y la nariz pero no les pongo boca, parece que la boca es lo que determina el rostro, lo que nos convierte en humanos", reflexiona el artista ante sus obras. La exposición, que podrá verse hasta el 12 de enero en la galería Fernández-Braso de Madrid, reúne 53 pinturas realizadas en los últimos cuatro años y que se muestran al público por primera vez.
La arquitectura, y sobre todo la geometría, constituyen el eje de estas nuevas obras —casi todas temple sobre lienzo— en las que Pérez Villalta vuelve a temas de la década de los setenta: el mar, el misticismo, las alusiones a la historia del arte y, por encima de todo, la geometría. Con formación de arquitecto, el artista habla de "clasicidad", que para él tiene un matiz diferente a lo clásico. "La clasicidad tiene una tendencia a lo permanente, no son los fuegos artificiales de la modernidad. Es un sentimiento placentero que está muy presente en nuestra sensibilidad mediterránea. Nos da claridad y un apacible conocimiento razonado, por muy profundos y complejos que sean los pensamientos", argumenta el pintor, figura clave en la llamada Nueva Figuración Madrileña.
"En estas últimas obras apenas existe naturaleza, la he eliminado casi toda en favor de la arquitectura que me permite jugar con la luz y las sombras para crear atmósferas con un trasfondo místico", dice junto a Oratorio (2018), una pintura exenta de símbolos religiosos pero que invita al recogimiento. "Es un espacio para orar en un sentido profano. La copa que aparece en el centro del cuadro es, en realidad, un reloj de arena que habla del paso del tiempo, de la parte dramática y enigmática, sin soluciones, de nuestra existencia", añade el artista, quien se confiesa "melancólico", sentimiento que transmite a sus personajes.

'Los lugares del sueño' (2018), de Pérez Villalta.
'Los lugares del sueño' (2018), de Pérez Villalta.
La exposición, que se completará en la feria de Arco el próximo febrero con otras 10 pinturas, está plagada de referencias a la historia del arte, desde Uccello (siglo XIV) hasta el XX con Manet, Cezanne o Morandi. "Para mí, los que marcan la clasicidad son Piero della Francesca, Rafael y Poussin. Son ellos quienes hallan la estructura geométrica interna de la composición", analiza el artista que, entre otros muchos galardones, ha recibido el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Algunas de sus reflexiones sobre el arte aparecen en el catálogo que se ha editado para la exposición, un conjunto que incluye obras de una gran sobriedad, junto a otras más complejas como La plaza (2016) o Procesión (2015), una mezcla entre religiosidad (aunque la custodia que pasean esté vacía) y paganismo cuyo estandarte es un homenaje al arte por el arte con La tempestad (1508), de Giorgione. "Aunque no soy creyente, agradezco haber nacido en una sociedad católica que nos ha dado muchas cosas bonitas que hay que saber valorar", precisa.
"Ahora medito mucho más antes de ponerme a pintar. Hago bastantes dibujos y los voy simplificando hasta que llega un momento en que se quedan con lo esencial y es entonces cuando me pongo a pintar", cuenta sobre su proceso creativo. "Me canso mucho, pero también me divierte enormemente. Siempre he pensado que el arte es una forma de pensamiento, como puede serlo el científico o el filosófico; pero con la ventaja de que no tiene que demostrar que es verdad porque la imaginación es libre", argumenta el artista.












































Los historiadores de arte, contra la exposición sobre Leonardo comisariada por Christian Gálvez. Diario El País

Los historiadores de arte, contra la exposición sobre Leonardo comisariada por Christian Gálvez


Un grupo de catedráticos critica el “intrusismo” del presentador, artífice de la muestra en Madrid sobre el genio renacentista

La propuesta de Christian Gálvez en torno a la figura de Leonardo da Vinci, una muestra en el Palacio de las Alhajas, en Madrid, titulada Los rostros del genio, acompañada de un conjunto de piezas expuestas en la zona de tránsito de la Biblioteca Nacional (BNE), como preludio a la exposición de los códices Madrid I y Madrid II del genio renacentista, ha provocado una denuncia de intrusismo profesional contra el popular presentador del programa de televisión Pasapalabra. La queja la firma el Comité Español de Historia del Arte (CEHA), entidad que agrupa a más de 500 catedráticos de la materia. En el comunicado, del pasado jueves, los expertos censuran la complicidad en el proyecto de Ana Santos, directora de la BNE, bajo cuyo paraguas institucional se ha organizado la doble exposición.
La declaración de los catedráticos responde a las quejas recibidas por varios asociados, entre ellos el profesor Benito Navarrete, de la Universidad de Alcalá de Henares. Escuchadas las inquietudes y vista la doble exposición, la asociación ha decidido “denunciar por intrusismo profesional” a Gálvez, quien, “apoyándose en una popularidad televisiva y en sus conocimientos sobre la figura de Leonardo traducidos en obras de ficción con, a veces, dudosas bases histórico-documentales, le han permitido situarse en referente sociológico sin ningún aval de carácter científico”, dicen en su nota. Reconocen la capacidad mediática de Gálvez, “a la que se unen las diversas fundaciones, empresas e instituciones y sus lógicos intereses comerciales y de imagen”, pero lamentan en el texto que “se ha difundido una imagen de gran exposición que no se corresponde con la realidad”.
Preguntada este sábado por este diario, Santos se negó a pronunciarse sobre el texto. Dijo que no lo había leído y que solo lo hará cuando la queja sea oficial. “Nadie me lo ha mandado ni lo he visto publicado”, explicó.
La parte de la que es autor intelectual Gálvez se expone en el Palacio de las Alhajas, y propone una revisión de “Leonardo en vaqueros”, según dijo el presentador el día de la presentación, el pasado 28 de noviembre. Con afán didáctico, sitúa su figura con recursos audiovisuales, maquetas y experiencias de realidad aumentada. El intrusismo es para los historiadores doble. Galvez “ni es experto reconocido científicamente en la figura de Leonardo ni en la cultura de su época”. “Tampoco es”, añaden, “profesional en lo que se refiere a la curaduría [sic] de exposiciones”.
Nada tienen los historiadores que oponer al trabajo de Elisa Ruiz, catedrática de Paleografía y gran experta en la obra manuscrita del artista florentino, que se responsabiliza de la instalación de los dos códices y de su entorno histórico. Sí critican, en cambio, que la BNE se asocie al proyecto. “En esta ocasión, creemos que se han buscado unos malos compañeros de viaje, los cuales han diluido el trabajo que se viene haciendo con todo rigor en la Biblioteca Nacional”.
La directora de la BNE valoró el día de la inauguración en el Palacio de las Alhajas, propiedad de Montemadrid, que "las instituciones se unan para proyectos de este calibre". También declinó pronunciarse sobre la propuesta de Gálvez, porque no la "había visto". Ayer dijo que aún no había sacado tiempo para ello. “Lo que puedo decir es que me parece positivo que si 30.000 personas, por ejemplo, prefieren ver esta exposición en lugar de irse a ver espectáculos llenos de agresividad, todo habrá valido la pena.” Y añade el dato de que desde que se abrió la muestra de los códices, las visitas han aumentado un 400% en la BNE".
El 27 de noviembre, Santos, ante las quejas de Navarrete y otros profesores, contestó por escrito al presidente del CEHA, Rafael López Guzmán: “En la BNE, se van a exponer los códices Madrid y la comisaria de la exposición es la profesora Elisa Ruiz, cuyo prestigio y calidad académica queda fuera de duda. En la parte de la escalera, zona no destinada a exposiciones, sino espacio de tránsito de personas, se han colocado algunas reproducciones de gran tamaño de máquinas y objetos, réplica de las contenidas en los códices”. Y añadía: “De la selección de estas reproducciones se ha hecho cargo el señor Gálvez, al igual que altruistamente ha financiado todos los gastos de la exposición. Por lo tanto, la afirmación del señor Navarrete falta a la verdad y está basada en una entrevista [en El Mundo a Gálvez], sin haberse molestado en contrastar la información”.

Un cuestionado autorretrato hallado en 2008

En el Palacio de Alhajas de Madrid no se expone obra original, salvo el cuestionadísimo autorretrato conocido como Tavola Lucana, que fue descubierto en el sur de Italia, en 2008, y considerado falso por varios expertos en la obra del genio florentino.
Según se explicó en la presentación, el proyecto ha sido concebido por Christian Gálvez y realizado junto a la empresa Iniciativas y Exposiciones, socios en esta iniciativa privada, en la que colaboran Mediaset España, donde Gálvez presenta Pasapalabra, y la editorial Penguin Random House (Aguilar, sello del grupo, ha publicado su último libro, Gioconda descodificada, el tercero de sus dedicados al pintor).